Unido a este inicio de la búsqueda, tenemos el Trabajo Individual (2), a través del cual conocerán herramientas, técnicas, historias y movimientos. Se reencontrarán con funciones y necesidades fundamentales, pero olvidadas, como la respiración, la "lógica de los movimientos", las posturas corporales y su influencia en nuestra vida, el manejo del espacio, la escucha de la música, la expresión de sentimientos y emociones. Reconocen que su cuerpo es una casa para ser habitada y que en él se proyectan, a manera de enfermedades, dolores o posturas, sus pensamientos, sentimientos y emociones, los que a su vez dan forma a su identidad y a su mundo interior único. Logran reencontrarse con su Yo más profundo, con sus fortalezas y sus debilidades, reconocen que el potencial está dentro de cada uno y es en ese reconocimiento que se inicia el camino de la aceptación y redireccionamiento de la vida hacia el desarrollo y la realización personal. 

Al reconocer su potencial y hallar el equilibrio, cada persona se reconcilia con su verdadero ser, siente el Triunfo (3) de si misma y la plenitud, que dan paso a la Excelencia.