¿Es tu Actitud o Eres Tu?
... Siente la Danza de tu Vida en las Venas.
"Desde el Alma", "Expresar la Emoción", "Volar en un Abrazo y al ejecutar un paso", "Olvidar la timidez y la vergüenza", "Ser comprendido(a) por mi pareja". Todas estas, expresiones que denotan una necesidad invisible en cada ser humano que vive y que, por esas cosas de la vida, desea bailar o simplemente, expresar con su cuerpo lo que el alma siente...
Los que Disfrutamos de la música, del movimiento y de la danza, vivimos experimentando las sensaciones que nos despierta una pieza musical, la que sea, en la diversidad de momentos que tiene nuestra vida. Y es que es inevitable que una canción te lleve a aquel amor que sentiste, aquel dolor que sufriste, aquella amistad interminable, aquel momento de inmensa felicidad, así como inevitable es separar nuestra historia de nosotros. Tenemos una historia, unas vivencias que se han ido hilando y que, junto a nuestros componentes genéticos más particulares, conforman el gran universo de nuestra personalidad. Es por eso que una música nos atrae más que otra, tenemos preferencias, y sobre todo, tenemos emociones, puntos de vista, conceptos que expresamos de una u otra manera, a través de nuestra ACTITUD.
Actitud, una palabra que cada vez es más utilizada, por la gente que gusta del baile, por los bailarines, por los profesores, por los médicos y por todo el mundo, a menudo para hablar de aquella respuesta a las situaciones que atravesamos. De ahí que escuchemos cosas como: “es que no es lo que dices, es tu actitud”, “es que fulanito no tiene actitud”, “es que tu actitud no te ayuda a superarte”… y otras tantas expresiones que a menudo dejan de lado el verdadero significado de este término, que es para mí fundamentalmente humano y complejo como nosotros mismos. Con sus tres componentes (cognitivo, afectivo, conductual), la actitud favorable o desfavorable siempre será lo que media entre nosotros y nuestras respuestas. Siempre existirá y es nuestra carta de presentación frente al mundo. De ahí la necesidad de reconocerlas, saber expresarlas y equilibrarlas.
Al Bailar y al Expresarnos, no somos ajenos al “universo actitudinal”, nuestro cuerpo, nuestra postura y nuestra forma particular de dirigirnos al otro o recibirlo en nuestros brazos para bailar, dan marco a nuestra actitud, pero… ¡Oh sorpresa! Resulta que aquel “marco” está impregnado de nuestra historia, nuestra personalidad, nuestro estado de ánimo y todo aquello que nos hace actuar de una manera determinada. Se hace evidente, por ejemplo, mi tendencia a imponer, o tal vez mi tendencia a enseñar lo que no me han pedido, o a criticar, o a sentir miedo y bloquearme, o a hacer las cosas a mi manera, o a depender, o a buscar el reconocimiento, o a trabajar de manera individual sin tener en cuenta al otro o lo que es peor, apagar su luz. Pero también están los que disfrutan los momentos, gesticulan, escuchan la música, sienten esas letras, dejan a la emoción salir, proponen movimientos, miran a los ojos y brindan al otro la comodidad de compartir, adornan con su cuerpo cada movimiento sin incomodar, sin apabullar…
Tantos comportamientos, como personas en el universo. No existe el patrón que asegure el éxito para relacionarnos o autorrealizarnos. Puede pensarse que la imitación de quienes son grandes exponentes de la oratoria, la danza o las relaciones, es la respuesta. Sin embargo, desde mi punto de vista, la espontaneidad y la originalidad son atributos propios de cada uno de nosotros y sólo la vivencia intensa de cada momento, la reconciliación con la historia más íntima y el reconocimiento del Ser propio con su luz y con su sombra, pueden llevarnos a sentirnos los únicos protagonistas de la obra perfecta que es nuestra vida.
Y si después de haber leído estas líneas, Deseas hacer conciencia de tus emociones y quieres convertir tus Actitudes en grandes aliadas, no solo a la hora de bailar, sino de vivir, adéntrate en el mundo ViTanz. Porque el movimiento y el baile, son de los medios más creativos para disfrutar de uno mismo y del otro.
